Casarse con un ciudadano estadounidense es la forma más rápida de inmigrar. Por lo general, el proceso dura de seis a nueve meses, después de lo cual se recibe una green card temporal. Dentro de los próximos dos años, debe comunicarse con el USCIS nuevamente con prueba de la validez del matrimonio. Después de eso, puede obtener el estado de residente permanente, es decir, una green card permanente.
No es sorprendente que un camino con beneficios de inmigración tan grandes pueda ser utilizado no solo por parejas reales, sino también por parejas falsas, donde un inmigrante recibe una green card y un ciudadano estadounidense recibe recompensas financieras.
¿Matrimonio real o falso?
Caso 1. Un cliente potencial vino para una consulta. El hombre estaba extremadamente molesto y enojado porque su matrimonio se volvió amargo. Quería divorciarse de su esposa, a quien trajo a los Estados Unidos desde el extranjero. El hombre dijo enojado que le gustaría denunciar a su cónyuge al USCIS porque creía que ella se casó con él solo para obtener una tarjeta de residencia, y nunca tuvo verdaderos sentimientos por él.
Se puede denunciar el fraude matrimonial al USCIS por teléfono o correo electrónico. Incluso es posible hacer una cita en el USCIS para reportar la farsa a los funcionarios de inmigración en persona. La denuncia también se puede realizar de forma anónima, si se desea.
Si bien en general es posible anular un matrimonio fraudulento y denunciar el fraude matrimonial a las autoridades de inmigración, no habría sido un paso razonable en este caso. No solo el matrimonio duró unos años, la pareja compró su casa estando casados. Todos estos hechos muestran un matrimonio de buena fe, donde los cónyuges tienen la intención de construir una vida juntos y no se casan solo por motivos de inmigración. Lo más probable es que el gobierno no considere este matrimonio fraudulento y considere el informe del marido como una venganza. El divorcio por sí solo no se ve como una indicación de que el matrimonio fuera una farsa.
Caso # 2. El gobierno de EE. UU. Acusó a casi 100 personas en un esquema de fraude matrimonial masivo en la primavera de este año. Los matrimonios involucrados en esta conspiración fueron una farsa porque, a diferencia de la pareja anterior, los cónyuges no vivían juntos y no tenían la intención de hacerlo, contrariamente a los documentos y declaraciones que presentaron al USCIS. Los cónyuges sólo se conocieron brevemente, por lo general inmediatamente antes de obtener su licencia de matrimonio, o no se conocieron en absoluto. Cada cónyuge beneficiario celebró un acuerdo en el que pagaría aproximadamente $50,000 - $70,000 para obtener el estatus de residente permanente legal completo.
Castigo matrimonial fraudulento
El fraude matrimonial es un delito federal. Un hallazgo de fraude en el matrimonio puede tener consecuencias tanto civiles como penales para el inmigrante y consecuencias penales para el ciudadano estadounidense o el peticionario residente permanente.
Para un inmigrante
Para un inmigrante, el fraude anula todos los beneficios de la ciudadanía de los Estados Unidos y puede resultar en la deportación. Además, el fraude permanecería en el registro de inmigración de la persona, por lo que sería prácticamente imposible obtener una visa o green card de los EE. UU. En el futuro.
Para un ciudadano estadounidense
El ciudadano de los Estados Unidos puede ser declarado culpable de un delito grave y puede ser encarcelado hasta por cinco años en prisión o una multa de $250,000, o ambos. Pueden aplicarse otros cargos criminales como fraude de visas, albergar a un extranjero o hacer declaraciones falsas; cada delito conlleva penas de prisión y multas adicionales.
Cualquier persona que participe en arreglos de matrimonios fraudulentos también puede ser castigada. Recientemente, un ciudadano estadounidense se declaró culpable de un arreglo de cargos de conspiración de numerosos matrimonios fraudulentos para que los ciudadanos no estadounidenses recibieran beneficios de inmigración estadounidenses. Encontró y presentó a un ciudadano estadounidense como el supuesto cónyuge del no ciudadano y ayudó a la pareja a obtener una licencia de matrimonio. Ella también organizó la ceremonia y celebración del matrimonio, y entrenó a la pareja sobre cómo hacer que su matrimonio pareciera genuino a pesar de que no vivían juntos ni tenían la intención de permanecer realmente casados. Cobró entre $17,000 y $20,000 para completar este proceso para un no ciudadano, y el cónyuge ciudadano recibió entre $2,000 y $4,000 por su participación.
Cómo USCIS detecta los matrimonios fraudulentos
Los funcionarios de inmigración analizan muchos factores para asegurarse de que un matrimonio no sea fraudulento. Uno de los factores es un historial de delitos o fraude por parte de cualquiera de los cónyuges; cualquiera que haya cometido actos ilegales en el pasado puede considerarse como más propenso o dispuesto a participar en un fraude matrimonial. Otro factor que puede ser considerado por las autoridades es un historial de peticionarios estadounidenses patrocinando a otros inmigrantes cónyuges. Si el ciudadano estadounidense o residente permanente se ha casado y solicitó uno o más inmigrantes en el pasado, es posible que surjan algunas preguntas. ¿Significaba eso que un matrimonio real se vino abajo, o los matrimonios anteriores no eran más que una estafa de la tarjeta de residencia?
Además, el gobierno de los EE. UU. Realiza un seguimiento de los ciudadanos de los países que cometen visas u otros fraudes de inmigración a tasas elevadas. Aunque no es su culpa, si el cónyuge inmigrante proviene de uno de estos países, él o ella se enfrentará a un escrutinio adicional por parte de USCIS. La lista de factores que generan señales de alerta no es exhaustiva aquí.
Por supuesto, cualquiera de estos factores puede estar presente en un matrimonio perfectamente real. Y las parejas cuyos casos no presentan ninguna señal de alerta pueden, no obstante, pasar un mal rato por parte de las autoridades de inmigración. Un solicitante debe reconocer y disminuir sus posibles fuentes de duda para aumentar las posibilidades de aprobación de su caso. Un abogado de inmigración calificado puede ayudarlo con su asunto de inmigración.
Tuyana Kupisk, Esq.
